CÓMO SEMBRAR SEMILLEROS CON ÉXITO

RIEGO

Es importante controlar el riego de nuestros semilleros, pues a veces pecamos de regar en exceso cuando vemos las plantas un poco decaídas.

En realidad, si el sustrato de nuestros semilleros está húmedo no es necesario regar, con 2-3 veces a la semana suele ser suficiente. Esto, claro está, si no hace un calor excesivo, en cuyo caso deberemos estar atentos y controlar la humedad de la tierra con frecuencia para que no se seque.

Además, regar en exceso, puede desencadenar la aparición de hongos, también conocidos como moho blanco) en la superficie de nuestro semillero y eso es peligroso porque puede acabar con las plantitas tan frágiles en sus primero días de vida.

Se recomienda el riego desde abajo, es decir, agujerear los semilleros en la base y colocarlos en una bandeja con agua para que las plantas absorban el agua desde abajo. Esto contribuirá a evitar la aparición de moho blanco.

SUSTRATO

La calidad del sustrato que usemos también va a influir en el crecimiento y desarrollo de nuestras plantas en el semillero.

Lo más recomendable es que fabriquemos nosotros mismos nuestro sustrato o que lo adquiramos en tiendas especializadas o/y que sean de marcas reconocidas.

Si quieres sabes cómo hacer un buen sustrato, no te pierdas nuestro artículo sobre cómo preparar sustrato para plantas.

LUZ

Que nuestro semillero reciba la luz directa del sol es fundamental. No obstante, esto puede llegar a ser complicado cuando vivimos en la ciudad, ya que va a depender de la orientación de nuestra vivienda.

Lo ideal sería que tu casa estuviera orientada al sur (si estás en el hemisferio norte) o al norte (si estás en el hemisferio sur). De no ser así corres el riesgo de que se ahilen, o lo que es lo mismo, crezcan débiles por falta de luz, ya que hacen un sobre esfuerzo por encontrar el sol y esto las deblite hasta terminar con ellas muchas veces.

SEMILLAS

Para empezar, debes conservar tus semillas en un lugar fresco, seco y oscuro. De lo contrario, las semillas podrían comenzar el proceso de germinación y, lo que es peor, pudrirse o llenarse de hongos.

Como regla general, las semillas no deben contener más de 10% de humedad y estar a una temperatura de entre 5ºC y 15ºC aproximadamente. Como envase recomendamos bolsas zip herméticas y opacas, pincha aquí para más información.

Ante la duda, otra recomendación sería hacer un test de germinado casero para comprobar la idoneidad de las semillas antes de plantarlas y no perder así el tiempo plantándolas para que finalmente no germinen, con la pérdida de tiempo que ello conlleva.

TEMPERATURA

La temperatura óptima para que se produzca la germinación es de 15ºC a 20ºC. Si vivimos en una zona donde los cambios de temperatura son considerables entre el día y la noche, podemos ayudarnos de invernaderos caseros para proteger a nuestras semillas de los cambios bruscos de temperatura.

Si quieres saber cómo fabricar un invernadero casero fácilmente, no te pierdas nuestro video.

PROFUNDIDAD

Las semillas no deben enterrarse a demasiada profundidad, un error bastante común cuando no tenemos mucha experiencia.

La capa que las cubre debe tener un grosor de 2-3 veces su tamaño, con lo que, en el caso de semillas muy pequeñas, bastaría con espolvorear un poco de sustrato sobre ellas. De lo contrario, jamás germinarían ya que no encontrarían ni la fuerza ni el camino para atravesar esa espesa capa de sustrato en busca de la luz del sol.

https://youtu.be/KbS4SMBpRnU
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